lunes, 24 de junio de 2013

Fraquismo y Transición sin ruptura democrática

Portada de La Vanguardia cuando era "Española"
    El último tema del curso es el del Franquismo y la Transición, su continuidad bajo otras formas conocida como "la modélica transición a la democracia".  Decimos continuidad porque el actual sistema democrático tiene sus bases en  una reforma pactada por los franquistas ( Adolfo Suárez, Ministro del movimiento y, depués Presidente del Gobierno, Juan Carlos I, heredero a título de rey por el general Franco) y la oposición que admitió la forma de estado impuesta por el dictador Francisco Franco.

Adolfo Suárez, la cara joven del franquismo que buscaba el Rey
    Así, pasamos desde una cruel dictadura impuesta tras la victoria del bando sublevado que se llevó por delante la naciente democracia republicana española y que trajo unos años de represión contra todo aquel que no se plegara a su bastarda forma de actuar y una gran miseria y hambruna durante casi dos décadas hasta una democracia de partidos o partitocracia donde sigue sin existir la separación de poderes y donde el pueblo no puede elegir directamente a sus representantes ( Democracia representativa), solo ratificar listas de partidos en los que el poder ejecutivo, el mundo al revés, controla al legislativo.

Juan Carlos I con el general monárquico y golpista Milans
    Por otro lado tampoco se ha producido la independencia del poder judicial respecto al ejecutivo ( la fiscalía obedece ciegamente las órdenes del gobierno y, por tanto, no actua de manera imparcial y el Consejo General de Poder Judicial está formado por juristas nombrados directamente por el parlamento, en cuotas proporcionales a los diputados de cada partido). Por otro lado el conocido como Tribunal Constitucional que debe pronunciarse con objetividad sobre la validez o constitucionalidad de las leyes no puede hacerlo al estar controlado por los partidos que nombran a sus miembros directamente.

Montesquieu ha muerto, frase de Alfonso Guerra, Vicepresidente socialista. Gallardón remata la faena en estos momentos
   Por tanto aquel artículo de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, el nº16 concretamente, es vulnerado en este nuevo régimen: "No hay Constitución sin separación de poderes". Queda claro que no hubo ruptura democrática (quizás no quedaba otra con los militares dispuestos a dar un golpe de Estado y regresar a la más dura dictadura) y que, después, ningún político ni partido y, por supuesto, el propio Rey Juan Carlos I, se  han preocupado por avanzar hacia un régimen verdaderamente democrático. Algo lógico si tenemos en cuenta que el Jefe del Estado ocupa su puesto por designación "a dedo" del criminal genocida ferrolense. 

    
Constitución Española con el escudo fascista
Se podrá decir que los españoles votaron una Constitución, la de 1978, que contenía la monarquía como forma de Estado, pero si analizamos los hechos, observamos que el pueblo, ajeno a la elaboración de la Carta Magna ( ni siquiera se dignaron en hacer elecciones a Cortes Constituyentes) votó como si de uno más de los Referéndums franquistas se tratara, con una campaña brutal de intoxicación para que se votara por el "Sí" apoyada por todas las fuerzas del "consenso", muchas de ellas traicionando su espíritu y tradición republicana. Todo fuera por obtener, lo más rápido posible, una cuota de poder. Jamás se ha hecho en este país el necesario Referéndum monarquía-republica que se planteó en nuestros países vecinos democráticos.

  

   También se podrá decir que Don Juan Carlos I se legitimó con su actuación el 23-F, un "mantra" que por repetido se hace ya insostenible puesto que se conocen aspectos que indican un golpe orquestado por los servicios secretos en complicidad con el monarca y parte de la clase política ( leer Anatomía de un instante, de Javier Cercas, por ejemplo), quizás destinado a desactivar el golpe duro de los militares franquistas, pero que no deja de ser otro golpe de Estado.  ¿Porqué tardó tanto el Rey en aparecer en televisión?. Quedan múlitples interrogantes por aclarar. Esto es lo que tenemos ahora, hemos llegado hasta el año 2013, Junio en concreto, en esta situación.

 ¿Es esta la modélica transición a la democracia que nos vendieron historiadores, politicos y periodistas?. Y un cuerno quemado.

  Aquí un vídeo con la versión oficial contada por los historiadores y, más o menos, por el libro de Historia de Sociales. Ahora os pido un acto de reflexión sobre mis palabras y, sobre todo, un acto de libre pensamiento y de análisis de lo que pasa ( lectura de la prensa, televisión, etc) para sacar vuestras propias conclusiones.



   Y ahora oíd atentamente esta clase de Pablo Iglesias sobre el autogolpe del 23F. Ahora parece que ya se puede hablar claro. Escuchad y atad cabos. 



2 comentarios:

Cayetano dijo...

Una época crucial en nuestra historia. A mí me tocó vivirla de un modo especial. Cuando murió Franco yo estaba haciendo la mili. Luego vino la transición, las primeras elecciones en las que pudimos votar, el golpe de Tejero y el miedo que pasamos aquella noche, las ilusiones con el primer gobierno socialista... Después vino el desencanto y las ilusiones empezaron a irse a la porra.
Un saludo.

Luis Pueyo dijo...

Quizás necesitábamos una perspectiva histórica, el paso del tiempo lo acaba poniendo todo en su sitio y, sobre todo, cada generación escribe su propia historia, la reinterpreta. Es lo que está pasando ahora. Lo que se veía como magnífico, el consenso, genera sarpullido hoy. Lo cierto es que no hubo ruptura sino transición ( de la ley a la ley) y eso dejó huella que ahora se percibe con mayor claridad por la crisis, pero que es irreversible, un cambio necesario. Por cierto que he leído que en las primeras elecciones, las del 77, 15 de Junio, la cúpula del ejército estaba en el Cuartel General de la Cibeles con los tanques preparados por si no salía lo que ellos querían. Algunos autores hablan de "pucherazo", como en el caciquismo decimonónico. Y no parece tan descabellado. De aquellos polvos estos lodos. Salud y república.