Como actividad de ampliación totalmente puntuable como sabéis y en paralelo con la lectura y trabajo del libro del "Diario" de Ana Frank quería proponeros un proyecto de análisis titulado "Los otros genocidios". Estamos estudiando el terrible y criminal genocidio del pueblo judío obra del totalitarismo nazi alemán. Partiendo de esa realidad tan brutal, a través de las vivencias e impresiones adolescentes de Ana en "La casa de atrás", veremos otros genocidios igualmente brutales pero de los que quizás hemos oído hablar menos. Siempre con el objetivo principal de lograr el respeto hacia el otro, hacia el diferente y la no discriminación por ningún tipo de causa. Deberemos tener claro en principio qué significa el concepto de genocidio. A partir de ahí comenzaremos nuestro trabajo.
En primer lugar, en paralelo con el tema que veremos próximamente, "El imperialismo", comenzamos con el brutal y terrible genocidio del pueblo congoleño, obra del rey Leopoldo II de Bélgica que, dicho sea de paso, se fue de rositas después de asesinar a unos 10 millones de seres humanos aproximadamente. El conocido como "genocidio del congo". Os dejo un artículo sobre este genocidio que deberéis leer y después resumir y dar vuestra opinión, tras haber buscado más información sobre el mismo. También tendréis que anotar y subrayar algunas fechas, personajes y vocabulario. Asímismo debéis visionar este vídeo sobre el tema:
Artículo: El genocidio en el Congo. Una historia olvidada.
Artículo: El genocidio en el Congo. Una historia olvidada.
Leopoldo II de Bélgica |
Como escribía Mario Vargas Llosa en El País, Leopoldo II convirtió a Bélgica en una gran potencia colonial sin disparar un solo tiro, pero llevando a cabo una verdadera masacre con la muerte de unas 10 millones de personas.
Sobre los congoleños cayó un poder asfixiante que les privó de toda
libertad y movimiento y se ejecutó una explotación brutal, donde había mutilaciones de manos y pies a niños y mujeres.
Él inauguró esa atrocidad de amputar los miembros y se libró de toda justicia, pese a los llamamientos de grandes novelistas de la época, como Joseph Conrad o Arthur Conan Doyle.
Entre 1874 y 1877, Henry Morton Stanley fue el primer europeo que viajó por Africa central conociendo el curso del Río Congo. Leopoldo II, rey de los belgas,
que andaba mandando emisarios por medio mundo para tratar de comprar o
hacerse con tierras que le permitiera contar con una colonia y
enriquecerse como venían haciendo otros monarcas europeos, financió a Stanley para que hiciera esta labor. Entre 1879 y 1884, Stanley fundó varias estaciones a lo largo del Río Congo, y firmó tratados con varios gobernantes africanos para la Asociación Internacional del Congo, la organización que servía de tapadera a las ambiciones del rey.
En la Conferencia de Berlín (1884–85) los poderes europeos reconocieron la demanda de la Asociación Internacional de la cuenca del Congo, y en 1885, Leopoldo proclamó el Estado Libre del Congo. En 1891–92, conquistó Katanga, y entre 1892 y 1894, consiguió expulsar del este del pais a los comerciantes árabes y Swahili, incluido Tippu Tib.
En la Conferencia de Berlín (1884–85) los poderes europeos reconocieron la demanda de la Asociación Internacional de la cuenca del Congo, y en 1885, Leopoldo proclamó el Estado Libre del Congo. En 1891–92, conquistó Katanga, y entre 1892 y 1894, consiguió expulsar del este del pais a los comerciantes árabes y Swahili, incluido Tippu Tib.
La historia de la explotación de los recursos económicos del Congo mientras fue propiedad de Leopoldo II, es una de las historias más sangrientas de la historia contemporanea. Mientras en Europa se dedicaba a rodear su obra de un aureola de altruismo, defensa del libre comercio y lucha contra el comercio de esclavos, iba dictando normas por las que expropiaba a los pueblos congoleños de todas sus tierras y recursos e incitaba a su ejército privado, la Fuerza Pública, a servirse de todo tipo de torturas, secuestros y asesinatos para someter a la población a los trabajos forzados que, en un brevísimo periodo de tiempo, le convertiría en uno de los hombres más ricos del mundo.
Mutilaciones y torturas a los indígenas |
Para financiar tan colosal negocio se sirvió de todo tipo de engaños sobre su obra civilizadora,
consiguiendo aportaciones y préstamos que nunca devolvería, de todo
tipo de empresas, instituciones y el propio estado belga, en 1889 y
1895. Además de crear su propia empresa para la extracción del caucho y marfil, concedía tierras a empresas privadas a cambio de un porcentaje sobre los beneficios. Es el caso la Compañía de Katanga o la Unión Minera del Alto Katanga que a partir de 1905 comenzaron a extraer mineral de cobre con la contrapartida del pago de un porcentaje al estado, que no era otro que el propio Leopoldo.
Pero aunque ya en 1890, el misionero americano G.W. Willians hizo la primera denuncia
sobre las monstrusidades de las que fue testigo, aún tardarían 10 años
en estallar el escándalo en Europa. La publicación en la prensa de los
relatos y datos recogidos por escritores como Mark Twain y Joseph Conrad, misionesros como Willians Sephard, diplomáticos como el británico Casement( con su informe Casement, que despertó las conciencias a nivel internacional) , y sobre todo los trabajos de Edmund D. Morel consigueron finalmente, que los gobiernos europeos y EEUU comenzaran a investigar y oponerse al exterminio que se estaba llevando a cabo en el Congo. El parlamento belga, haciéndose eco de este rechazo internacional ,
en 1908 obligó al rey Leopoldo a ceder sus dominios del Estado Libre
del Congo, quedando todo el territorio bajo la autoridad del gobierno,
pasado a llamarse Congo Belga.
Una represión sistemática. El genocidio.
Una represión sistemática. El genocidio.
La administración colonial empleó sistemáticamente la violencia
para obligar a trabajar a la población nativa. En la práctica, el Estado
Libre del Congo funcionó como un gigantesco campo de concentración
.Aunque un sistema similar se había implantado ya para forzar a los
nativos a abastecerles de otros productos, la situación se agudizó
cuando el caucho se convirtió en el principal objeto de la codicia de
los administradores coloniales. El procedimiento habitual consistía en
tomar rehenes, casi siempre mujeres y niños, que sólo podían ser
rescatados mediante la entrega de determinadas cantidades de caucho. Los
rehenes morían con frecuencia de inanición o a causa de los malos
tratos recibidos.
Como castigo por no haber cumplido las expectativas en la recolección del caucho eran frecuentes los asesinatos masivos por parte de la Force Publique. Como prueba de que estos asesinatos se habían llevado a cabo, los soldados de la Force Publique
amputaban una mano a los cadáveres. En otras ocasiones se les cortaba
la cabeza, o, para demostrar que los asesinados eran varones, los
genitales. Las manos eran ahumadas y entregadas a los jefes de puesto
como prueba de que la Force Publique había hecho su trabajo.
En ocasiones, los soldados no mataban a los nativos, sino que sólo
les amputaban la mano derecha, y empleaban las balas para cazar. Varias
fotografías de la época documentan estas mutilaciones.
Torturas con el Chicotte |
Además de las matanzas, se empleaban asiduamente castigos físicos contra la población nativa. El instrumento de uso más extendido era la llamada chicotte,
una especie de látigo que desgarraba las carnes del reo. Las primeras
noticias de su uso se remontan a 1888. Este castigo se aplicaba incluso a
niños, y no eran infrecuentes las muertes por su empleo. El uso de la chicotte perduró durante la administración belga del Congo y no fue abolido hasta 1959, en vísperas de la independencia.
-Aquí, el artículo de Mario Vargas Llosa: http://www.letraslibres.com/revista/convivio/las-raices-de-lo-humano
-VOCABULARIO Y PERSONAJES: LEOPOLDO II DE BÉLGICA, CONFERENCIA DE BERLÍN, STANLEY, ESTADO LIBRE DE EL CONGO, CASEMENT, CHICOTTE, FORCE PUBLIQUE, JOSEPH CONRAD.
2 comentarios:
Un pájaro de cuidado el Leopoldito.
Saludos.
Y otro trabajo pendiente sería escribir un libro sobre los genocidas que no fueron juzgados o ni siquiera reprebados por las "democráticas" sociedades occidentales. Leopoldo, un hijo de su tiempo, gran promotor de magníficos edificios en Bruselas. Todo un Pater Patriae.
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