Durante el
último tercio del siglo XIX las potencias europeas y algunas
extraeuropeas (USA y más tarde Japón) desarrollaron una política de
expansión colonial acelerada que ya venía gestándose desde comienzos
de siglo. Esta nueva fase del colonialismo, que recibe la denominación
de imperialismo, tendía a la formación de grandes imperios y constituyó
una constante fuente de conflictos que desembocaron en la 1ª Guerra
Mundial.
El imperialismo tuvo fuertes rasgos nacionalistas: los estados que lo practicaron pretendían
la conquista sistemática de la mayor cantidad posible de territorios
con el objetivo de alcanzar el rango de potencias mundiales. No
buscaban tanto la transformación cultural de estas zonas como su control
político, económico y militar. Este proceso adquirió nitidez en el
último tercio del siglo XIX.
El tránsito del antiguo colonialismo al imperialismo se produjo en la 1ª mitad del siglo XIX y estuvo marcado por la crisis del antiguo colonialismo expresada en la pérdida de las colonias americanas de Gran Bretaña y España. La expansión continuó durante la 2ª mitad del siglo, fruto de la pretensión de ganar nuevas áreas de influencia, alentada por la industrialización europea -ávida de nuevos mercados- y el desarrollo técnico y militar. Otros factores que contribuyeron a dicha expansión fueron las exploraciones geográficas y misioneras en busca de la extensión de la ciencia y el cristianismo respectivamente. En 1885, en la Conferencia de Berlín, las potencias acordaron el reparto sistemático del continente africano.
LAS CAUSAS DEL IMPERIALISMO
1.-CAUSAS DEMOGRÁFICAS.
En el período comprendido entre 1850 y 1900 la población europea pasó de 300 a 450 millones . Las penosas condiciones de vida de la clase trabajadora
en los países industrializados animó a muchos a buscar mejores
perspectivas de vida en los territorios que iban ocupándose. Este
incremento demográfico también afectó a potencias asiáticas como Japón y
continuó en ascenso hasta 1914. Parte de esa población fue absorbida por los territorios coloniales a través de una persistente inmigración que en ocasiones llegó a alterar de manera sustancial la composición étnica de extensas áreas.
Los avances médicos, como el uso de la quinina,
contribuyeron en gran medida a estas migraciones, ya que permitieron
combatir con éxito enfermedades endémicas como el cólera, tifus o el
paludismo que hasta entonces habían hecho inhabitables para el hombre
blanco extensos territorios.
2.- CAUSAS ECONÓMICAS.
Fueron fruto de la expansión del capitalismo industrial y se fundamentaron en:
- La búsqueda de nuevos territorios donde invertir el exceso de capitales acumulados. Éstos encontraron una productiva salida en forma de créditos otorgados a las minorías indígenas colaboradoras con la metrópoli, pero fundamentalmente en la financiación de infraestructuras tales como ferrocarriles, puertos o grandes obras de ingeniería (canal de Suez, Canal de Panamá, etc.).
- La exploración y conquista de zonas donde conseguir materias primas y energéticas abundantes y baratas. A las colonias se les asignó el papel de abastecer a las industrias metropolitanas.
- El control de espacios donde establecer mercados que asegurasen en régimen de monopolio la colocación de los productos industriales.
- La utilización de una mano de obra no cualificada pero barata y dócil (en ocasiones esclava), que redujo los costes de extracción de las materias primas y contribuyó al éxito de la agricultura de plantación.
3.-CAUSAS POLÍTICAS
En
el último tercio del siglo XIX el nacionalismo que en sus inicios había
estado ligado al liberalismo y el romanticismo se transformó en un
movimiento conservador y significado componente del imperialismo.
Los estados adoptaron una política de prestigio en un intento de atraerse a las masas populares y desarrollaron una acción diplomática dirigida por fuertes personalidades (Bismarck, Chamberlain, Jules Ferry, Leopoldo de Bélgica, Cecil Rhodes, etc.)
quienes, apoyadas en gran medida por la prensa y otros medios,
propugnaron desde una postura chovinista la formación y consolidación de
extensos dominios coloniales.
Además las potencias ambicionaban alcanzar la hegemonía colonial mediante el control comercial y militar de las rutas marítimas y terrestres, al tiempo que obstaculizaban por todos los medios la expansión de sus rivales.
4.-CAUSAS CIENTÍFICAS Y TÉCNICAS.
A lo largo del siglo XIX se irá completando el proceso de exploración
del planeta iniciado en el siglo XV. Muestra de ello fue el fomento de
estudios geográficos, geofísicos y geológicos. Desde mediados de siglo
una serie de autores (Julio Verne, Kipling, Jack London, etc.) alentaron
la curiosidad y la aventura a través de obras que evocaban ambientes
envueltos en un halo de misterio, difundidas a través de publicaciones
periodísticas o literarias repletas de atractivas ilustraciones.
Las sociedades geográficas alcanzaron una enorme importancia y
contibuyeron a propagar esa afición mediante conferencias y congresos.
También organizaron expediciones de carácter antropológico y biológico
que, en todo caso, sirvieron para crear nuevas rutas de índole militar o
económica. Se exploraron los grandes ríos africanos como el Nilo,
Níger, Congo o Zambeze, llevadas a cabo por periodistas (Stanley),
misioneros (Livingstone) o aventureros (De Brazza).
Se penetró en Asia llegando al Himalaya, se atravesó Siberia y el
desierto australiano y, finalmente (ya en el siglo XX), fueron
alcanzados el Polo Norte (Peary) y el Polo Sur (Amundsen).
Las tesis Darwinistas , con sus presupuestos sobre la evolución de las especies, fueron extrapoladas al campo social con el fin de justificar el predominio de los más aptos (los blancos) sobre los menos aptos.
La
superioridad técnica se hizo abrumadora en el campo militar (armas de
fuego, transporte masivo y rápido, esmerada organización, etc),
procurando una ventaja a los conquistadores que palió con creces su
inferioridad numérica.
5.- CAUSAS IDEOLÓGICAS
Desde posiciones nacionalistas y chovinistas se desarrollaron teorías
racistas que justificaban e impulsaban la expansión territorial, con o
sin el consentimiento de los pueblos autóctonos.
En sus formas más moderadas el racismo se disfrazó en ocasiones de un paternalismo
que sostenía la necesidad del hombre blanco de “rescatar del atraso” a
las poblaciones autóctonas mediante la instrucción y la educación. En
esa labor destacó la actividad misionera de las iglesias cristianas anglicana, católica y protestante,
que causó gran impacto en las poblaciones indígenas que poseían una
mentalidad totalmente ajena a la occidental. En todas esas posiciones
subyacía una ideología de carácter etnocentrista que ensalzaba la cultura europea y occidental y descalificaba al resto, considerado bárbaro, salvaje y primitivo.*
MAPA DEL IMPERIALISMO:
ACTIVIDAD: Enumera las diferentes posesiones territoriales de los imperios coloniales.
*texto extraído de Claseshistoria.comMAPA DEL IMPERIALISMO:
ACTIVIDAD: Enumera las diferentes posesiones territoriales de los imperios coloniales.
1 comentario:
Un artículo muy interesante e instructivo sobre el imperialismo sucesor del colonialismo tradicional...desde luego poco tenía que ver este sistema con el que por ejemplo implantó España en las Indias, donde realmente tuvo lugar una profundas trnsfusión cultural a través de las universidades y las órdenes religiosas.
Un saludo desde Reinado de Carlos II.
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