ALFONSO XII DE BORBÓN |
1.- El sistema político. (00:00-09:02)
2.- La Constitución de 1876. (09:02-10:14)
3.- Las oposiciones al sistema: carlismo y Obrerismo. (10:14-18:15)
4.- Las guerras coloniales y la crisis de 1898.(18:15-34:46)
La anécdota: Alfonso fue conocido de manera popular como el "puigmoltejo" porque se rumoreaba que su padre no era su padre, es decir, que Francisco de Asís de Borbón, marido de Isabel II no era su padre sino que era un amante de la reina, Enrique Puigmoltó, teniente de ingenieros, algo que conociendo a la reina y al rey consorte no era nada de extrañar como bien sabemos.
COMENTARIO DE TEXTO. ACTIVIDAD DE SELECTIVIDAD
TEXTO 1:
«El marqués de Vegallana era en Vetusta el jefe del partido más reaccionario entre los dinásticos: pero no tenía afición a la política y más servía de adorno que de otra cosa. Tenia siempre un favorito que era el ¡efe verdadero. El favorito actual era (¡oh, escándalo del juego natural de las instituciones y del tumo pacífico!), ni más ni menos, don Alvaro Mesía, el jefe del partido liberal dinástico. El reaccionario creía resolver sus propios asuntos y en realidad obedecía a las inspiraciones de Mesía. Pero éste no abusaba de su poder secreto. Como un jugador de ajedrez que juega solo y lo mismo se interesa por los blancos que por los negros, don Álvaro cuidaba de los negocios conservadores lo mismo que de tos liberales. Eran panes prestados. Si mandaban los del marqués, don Álvaro repartía estanquillos, comisiones y licencias de caza, y a menudo algo más suculento, como si fueran gobierno los suyos; pero cuando venían los liberales, el marqués de Vegallana seguía siendo arbitro en las elecciones, gracias a Mesía, y daba estanquillos, comisiones y hasta prebendas. Así era el tumo pacífico en Vetusta, a pesar de las apariencias de encarnizada discordia. Los soldados de fila, como se llamaban ellos, se apaleaban allá en las aldeas, y los jefes se entendían, eran uña y carne. Los más listos algo sospechaban, pero no se protestaba, se procuraba sacar tajada doble, aprovechando el secreto». Leopoldo Alas, “Clarín”, La Regenta.
Comentario:
Nos encontramos ante una fuente primaria, de carácter literario ya que se trata de un fragmento de la novela “La Regenta” de Leopoldo Alas Clarín, perteneciente a la “generación del 98”. Fue publicada el 1884. En él aparece reflejado el sistema político de Antonio Cánovas del Castillo, conocido como La Restauración Monárquica. Se reflejan en el texto los dos partidos políticos que se turnaban pacíficamente: “jefe del partido más reaccionario entre los dinásticos”, en este fragmento se refiere al partido Conservador. También aparecen los métodos utilizados para controlar las elecciones, como los caciques: “en realidad obedecía a las inspiraciones de Mesía”; y los “estanquillos, comisiones, y licencias de caza”. En definitiva en este texto se aprecia un sistema político corrupto.
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«El marqués de Vegallana era en Vetusta el jefe del partido más reaccionario entre los dinásticos: pero no tenía afición a la política y más servía de adorno que de otra cosa. Tenia siempre un favorito que era el ¡efe verdadero. El favorito actual era (¡oh, escándalo del juego natural de las instituciones y del tumo pacífico!), ni más ni menos, don Alvaro Mesía, el jefe del partido liberal dinástico. El reaccionario creía resolver sus propios asuntos y en realidad obedecía a las inspiraciones de Mesía. Pero éste no abusaba de su poder secreto. Como un jugador de ajedrez que juega solo y lo mismo se interesa por los blancos que por los negros, don Álvaro cuidaba de los negocios conservadores lo mismo que de tos liberales. Eran panes prestados. Si mandaban los del marqués, don Álvaro repartía estanquillos, comisiones y licencias de caza, y a menudo algo más suculento, como si fueran gobierno los suyos; pero cuando venían los liberales, el marqués de Vegallana seguía siendo arbitro en las elecciones, gracias a Mesía, y daba estanquillos, comisiones y hasta prebendas. Así era el tumo pacífico en Vetusta, a pesar de las apariencias de encarnizada discordia. Los soldados de fila, como se llamaban ellos, se apaleaban allá en las aldeas, y los jefes se entendían, eran uña y carne. Los más listos algo sospechaban, pero no se protestaba, se procuraba sacar tajada doble, aprovechando el secreto». Leopoldo Alas, “Clarín”, La Regenta.
Comentario:
Nos encontramos ante una fuente primaria, de carácter literario ya que se trata de un fragmento de la novela “La Regenta” de Leopoldo Alas Clarín, perteneciente a la “generación del 98”. Fue publicada el 1884. En él aparece reflejado el sistema político de Antonio Cánovas del Castillo, conocido como La Restauración Monárquica. Se reflejan en el texto los dos partidos políticos que se turnaban pacíficamente: “jefe del partido más reaccionario entre los dinásticos”, en este fragmento se refiere al partido Conservador. También aparecen los métodos utilizados para controlar las elecciones, como los caciques: “en realidad obedecía a las inspiraciones de Mesía”; y los “estanquillos, comisiones, y licencias de caza”. En definitiva en este texto se aprecia un sistema político corrupto.
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