sábado, 25 de agosto de 2012

El bombardeo de Torrevieja

      Dejo aquí una noticia aparecida en el Diario Información de Alicante y un artículo, muy interesantes ambos, y que trabajaremos este año en clase de sociales en nuestro instituto Libertas de Torrevieja. He dejado intencionadamente un comentario de un lector con objeto de analizar lo que dice  y lo significativo de su opinión. Esto abriría el debate   respecto a eso que se vino en llamar como "memoria histórica" de la que incluso nuestros próceres políticos llegaron a elaborar una ley. Se puede incluso plantear en este sentido si un grupo de políticos debe ejercer la labor del historiador y todo lo que ello puede implicar:

Diario Información. 25-08-12 .

"Vivo en la memoria" kevin coves.

Aviones italianos bombardearon hoy hace 74 años la Ciudad de la Sal, en plena Guerra Civil, en un episodio que dejó 19 civiles muertos y que precisa de un gesto que permita por siempre recordar la maldad que engendra la violencia





 La mayoría de las bombas cayeron en el mar y en las zonas próximas a la calle Torrevejenses Ausentes y a La Ermita. Los círculos más pequeños son las bombas incendiarias.
La mayoría de las bombas cayeron en el mar y en las zonas próximas a la calle Torrevejenses Ausentes y a La Ermita. Los círculos más pequeños son las bombas incendiarias.  cedida por m. PUCHOL
     La sirena sonó, pero aquella mañana fueron muy pocos los que llegaron a tiempo para esconderse en los dos refugios antiaéreos del pueblo. Minutos después de dar la alerta ocurrió lo peor. A las 10 de la mañana del jueves 25 de agosto de 1938 cinco aviones S-79 de la octava división italiana, desplazada a Son San Juan (Mallorca) desde noviembre de 1937, perpetraron sobre Torrevieja el que está considerado como el episodio más triste, a nivel local, de toda la Guerra Civil. Los aviones soltaron sobre la ciudad más de 60 bombas, 40 de tipo torpedín de 100 kg y otras 20 incendiarias de 20 kg, dejando un balance de 19 víctimas mortales y 45 heridos, de los cuales unos 25 fueron civiles y, aproximadamente, otros 20 eran militares de fuera de la ciudad. Las explosiones afectaron también a 25 viviendas y causaron graves desperfectos en toda el área urbana y en la zona portuaria. Algunas de las bombas no llegaron a explotar y la mitad cayeron en el agua, llegando incluso a hundir varias embarcaciones; entre ellas, el motovelero "Francisco Vera García" y algunas barcas fondeadas en el puerto.
   El aviso fue muy rápido y nadie se lo esperaba, ya que se trataba del primer bombardeo diurno en la ciudad y los vecinos estaban acostumbrados a ver los aviones pasar de largo, hacia Cartagena o Alicante, de manera que a muchos no les dio tiempo a esconderse en los dos refugios oficiales con los que contaba la ciudad. Ni esos dos búnkers, grandes y bien construidos, ni ninguno de los demás refugios caseros más pequeños, privados o de barrios, sirvieron para salvar a las 19 víctimas mortales del ataque. 

   El bombardeo tenía como objetivo dificultar el tráfico portuario de Torrevieja y tenía las características típicas de los ataques que machacaron la retaguardia mediterránea de la República en 1938 y 1939. Según el historiador Miguel Puchol, autor de un libro inédito sobre los bombardeos en la provincia, desde el "portaaviones" que representaba la isla de Mallorca, la aviación italiana, con la ayuda de fuerzas alemanas, arrasó muchos lugares de la comarca de la Vega Baja y Murcia. En el caso de Torrevieja fue un ataque diurno y sin escolta de cinco aviones que en una sola pasada machacaron un objetivo en bombardeo de alfombra; es decir, torpedeando la zona por medio de gran cantidad de bombas de caída libre para destruir totalmente el objetivo. 


  Torrevieja era un emplazamiento portuario terciario, sin constancia de descarga de material de guerra, pero con las salinas y otros productos que suponían una fuente de ingresos para la República.
El ataque más importante

   Según Puchol, el bombardeo fue especialmente llamativo por el hecho de que se produjo a poco más de 3.000 metros de altura, cuando el ejército italiano solía lanzar entre 4.000 y 6.000 metros. Además, lo que lo destaca del resto de ataques aéreos es que se trata del bombardeo local más importante de toda la Guerra Civil, como así lo califican varias investigaciones realizadas al respecto; entre ellas, la comisión británica que analiza unos 50 bombardeos en Alicante. Estos expertos hablan de un bombardeo a ciudad abierta, sin ningún tipo de defensa anti aérea, y de un ataque "indiscriminado contra la población civil sin objetivo militar alguno".


   A menudo se ha hablado de que el posible destino de las bombas era el cuartel militar situado en La Ermita. Sin embargo, Puchol explica que el regimiento naval nº1 estaba acantonado en varios emplazamientos de Torrevieja para reforzar todos los alrededores de Cartagena como base naval principal, pero se trataba de un objetivo "imposible" para los aviones, "suponiendo que lo supieran".
Siete bombardeos más 

   Durante la guerra, en la ciudad hubo un total de ocho bombardeos. Uno doble en 1936, otro sin consecuencias en 1937, los dos diurnos de 1938 (el 25 de agosto y el 5 de septiembre), más otros dos nocturnos el mismo año y uno en 1939. Alicante corrió peor suerte y fue bombardeada en unas 200 ocasiones. En Cartagena se produjeron 100, en Santa Pola 2, en Villena otros 2, y alguna bomba suelta cayó en Bigastro, Orihuela o Elche.
Acto de homenaje a las víctimas hoy en el Ateneo Republicano

   Hoy, a las 12 horas, el Ateneo Republicano "Miguel Hernández" de Torrevieja organiza un acto de homenaje a las víctimas del bombardeo de 1938 en el monumento al Hombre del Mar. Este reconocimiento, 74 años después del ataque, llega ligado a nuevas peticiones de diversos colectivos y partidos políticos que urgen un memorial a través de un homenaje, una placa, o una calle en recuerdo de estos torrevejenses que la guerra se llevó por delante a pesar de que eran ciudadanos inocentes que estaban realizando sus actividades normales en la ciudad.


   Durante sus años como concejal, José Manuel Martínez presentó varias propuestas al respecto y el PSOE se ha sumado a la iniciativa este año. Por su parte, Puchol considera acertadas estas demandas y recuerda que en Águilas hubo un bombardeo similar y desde hace un año ya se cuenta con una placa conmemorativa. "Lo mismo ocurre en muchos sitios, como en el mercado central de Alicante, donde hay una placa referida al ataque del 25 de mayo de 1938, uno de los peores de la guerra, peor incluso que Gernika". k.c.
 
 

"Escombros del olvido". Jose M. Martínez Andreu.

    Pepe "El Gato" recorría las calles de Torrevieja junto con otros muchachos después del estruendoso bombardeo aquel 25 de agosto de 1938. Corrían alocados y aterrorizados. Sus corazones les latían en la boca, se les salían a borbotones. 

   Cuenta Pepe que cuando pasó por delante de los escombros aún humeantes de una de las casas bombardeadas oyó como un maullido. En realidad era un llanto, el de una niña. Se acercó a aquel montón de piedras de sepultura y de entre ellas pudo sacar a Carmen, de 2 años de edad, cubierta por completo de sangre. Carmen fue la única superviviente de esa casa maldita. Su madre, Ángeles, y sus dos hermanos, Manuel de 11 meses y Ángeles de 10 años, estaban muertos, destrozados por la bomba italiana. Rafael, su otro hermano, no estaba en ese momento en la casa, había salido y se salvó de la tumba de piedras y metralla. Hubo 19 muertes y los cuerpos de las 19 víctimas del bombardeo de los Saboya italianos, fueron alineados en las tapias del cementerio, expuestos en una fila macabra y trágica. Este relato es el que me contó José Montesinos Torregrosa, Pepe el Gato, cuando en Las Salinas era encargado del Puerto y es curioso como todavía, 74 años después, siguen habiendo reticencias a la hora de contar lo sucedido aquel día de agosto, como si aún permanecieran esos escombros humeantes, pero los peores, los más pesados, los del miedo. 


    Tengo que reconocer que siempre me he preguntado como puede un hombre, al mando de un avión, en la lejanía de la altura, soltar el lastre de muerte, de drama y de tragedia que transporta, así, sin más. No veo respuesta alguna. Los hombres somos capaces de las mayores atrocidades. Pero, ¿qué pensó aquel 25 de agosto, en la costa torrevejense, ese piloto italiano, cuando accionó la palanca que soltó el artefacto mortal? ¿Supo del drama que causó? ¿Supo que su bomba mató a una madre y a sus dos hijos? ¿Le atormentó el recuerdo durante toda su vida o pudo seguir viviendo, tener hijos, cantar y bailar, reir y llorar, amar y ser amado? No creo que lo sepamos nunca. Ese hombre, ese aviador asesino, ha tenido el refugio del anonimato, el del olvido, pero las víctimas no han tenido el del recuerdo. Todavía algunas personas me comentan, jóvenes en su mayoría, que desconocián la historia del bombardeo de la aviación fascista del 38 sobre la población civil de Torrevieja y sus consecuencias. 


    Es hora de conseguir que Torrevieja, en su calidad de municipio autónomo y democrático, cumpla con el obligado reconocimiento de este hecho ocurrido hace 74 años y no sólo por justicia (y no hablo de la que tuvo que existir para condenar a los culpables del acto de terrorismo) sino por vergüenza y dignidad. Es incomprensible que todavía estemos así, convirtiéndonos todos en cómplices del silencio y en víctimas del olvido.

   Rafael y Carmen vivieron sin su madre y sin sus dos hermanos al ciudado de la abuela Magdalena. Quedaron todos marcados por la tragedia. El dolor nunca se acabó; es como una lápida pesada que cubre todos los recuerdos, una pesadilla que nunca acaba y que vuelve a la memoria y atiza el corazón, una y otra vez, sin misericordia. Carmen tiene una cicatriz en el cuello, la de la metralla, la de la bomba maldita que le rozó la garganta. Pero tiene otra, más profunda, la de la pena y el recuerdo. Y es que mi madre, Carmen, a sus 76 años, aunque ahora le falle la memoria, alguna vez llora y escucho como un maullido y yo la rescato con un beso de la profundidad de sus escombros invisibles.




1 comentario

 
#1 - lupitodichuli el día 25-08-2012 a las 18:00:40

Ya esta bien de recordar lo que paso hace 75 años es tiempo de olvidar y levantar la españa de hoy , que de aquello todo el mundo fue culpable yo tuve 2 abuelos uno de cada bando y que. unos que si los aviones otros que el coche la calabera (que el que no sepa que era pregunten a los alicantinos mayores), ya esta bien de echarse culpas unos y otros ¿que quereis que nos peleemos otra vez? trabajar por la españa de hoy que es lo que hace falta.






2 comentarios:

Arantxa dijo...

Yo confío en lo útil de la memoria y la máxima expresión de su ejercicio es la historia. No debe olvidarse nada de esto, es más, es necesario su recuerdo para intentar no cometer los mismos errores.

Luis Pueyo dijo...

Si, es lo que se suele decir sobre la historia aunque yo añadiría que se debe conocer la historia para repetir lo que salió bien y deshechar lo que salió mal, como pasó en la Guerra Civil. Hay mucho que enseñar y la educación es el mayor valor de una sociedad avanzada. Por desgracia la gente desprecia la Historia como diciendo ¿Para qué sirve eso?. Es triste.