sábado, 25 de julio de 2009

LA ESPAÑA DE LAS AUTONOMÍAS: UNA REFLEXIÓN.

Reproduzco aquí un artículo del diario Información de Alicante que trata sobre el tema de las autonomías. Es un asunto que tiene que ver con la reciente historia de España: la transición a la Democracia. Un mal diseño en la Constitución ha privado, en opinión del profesor Asencio, que disfrutemos de las ventajas de un Estado Federal. Por el contrario, nuestro estado autonómico ha conllevado , en su diseño y aplicación, unos inconvenientes que llevan al autor a apostar por una España centralista. Yo estoy con él en este asunto. Admito opiniones de todo tipo.

JOSÉ MARÍA ASENCIO MELLADO

De la España que algunos quieren que sea una nación de naciones ¿? se está pasando al esperpento, a la España como reino de taifas, como suma de reyezuelos sin más ambición que acumular poder y competencias. Cada debate del estado de la nación, cada elección se resuelve en una cesión de poder a las llamadas comunidades autónomas; los nacionalistas y los no nacionalistas, porque entre ellos no hay diferencias, reclaman competencias y las asumen con alegría. Da igual que tengan entidad o que versen sobre estupideces, porque lo importante es mandar, crear direcciones generales, contratar personal de confianza a porrillo y despojar al Estado central de entidad propia. Ese Estado central que, a este paso, dejará de cumplir con su función uniformizadora, equilibradora, garante de la igualdad y la solidaridad.

Y, como digo, no hay diferencias entre nacionalistas y no nacionalistas. Todos se unen en amasar poder para ejercerlo en la forma en que mejor saben. El despilfarro es la nota común a todas ellas. El despilfarro y el aumento exponencial de los contratados a cargo del erario público, característica que los distancia del centralismo, tan criticado, pero regulado hasta en su más mínima expresión, frente a la desregulación y la tontería que amasan los líderes regionales.
La Constitución de 1978 estableció un sistema de distribución de competencias que diferenció entre las exclusivas del Estado y las que podían transferirse y ser asumidas por las Comunidades Autónomas, en un diseño general más o menos lógico y equilibrado. El problema vino cuando se consideró que las exclusivas del Estado también podían ser cedidas a la periferia, sin concretarse cuántas, cuáles y cuándo. A partir de ahí, elección tras elección, el Estado central mengua y los territorios autónomos crecen, sin ningún orden, ni concierto. Asumen cuantas competencias reclaman, sin fondos para asumirlas, para luego, a la vista de la mala gestión, reclamar el dinero para hacerlas efectivas, pero mientras tanto, dejando palidecer servicios esenciales, como la sanidad, la educación y la justicia, que sufren la falta de inversión suficiente y derivada de la ausencia de una planificación, de la cesión de competencias sin un esquema diseñado en el tiempo y sin el rigor exigible.
Pero, lo cierto es que todo eso da igual a tirios y troyanos, porque de lo que se trata es de aplicar el "pájaro en mano". Luego ya vendrán las reclamaciones, los llantos y las quejas y, al final, el Estado pagará la fiesta que será proporcional a la fuerza electoral, a la capacidad de reclamación de potestades derivada de la falta concreta de votos. Pero, en el camino los ciudadanos verán, como estamos viendo, reducida la calidad de los servicios elementales del llamado Estado del Bienestar, ante la falta de un sistema único, general y programado y su sustitución por un cúmulo de regímenes diferenciados, a veces escasamente dotados y, lo que es peor, dependientes ideológicamente del gobierno regional de turno, de su sensibilidad hacia lo público o su deriva privatizadora.

El nuevo sistema de financiación es un exponente nítido de lo que digo. Cualesquiera que sean los argumentos que se quieran alzar, es lo cierto que se ha favorecido a las comunidades de las que se espera obtener un mayor número de votos para el Gobierno, ampliando la diferencia para peor de las que, como la nuestra, se inclinan por el PP. Cataluña y Andalucía son ese granero de votos del PSOE que hay que cuidar, lo que se hace con dinero público repartido de modo desigual, pagando la fiesta el resto de la nación. Ello no justifica, sin embargo, que aquí se haya prescindido de elaborar propuestas razonables que fueran más allá de pedir lo mismo que Cataluña. Esta estrategia es propia de quien aún no se ha puesto a trabajar al estar preocupado por lo "suyo". De haberse elaborado un listado de necesidades en lugar de hacer política basura, al menos ahora tendríamos argumentos -aunque sólo sirvieran para razonar-, que oponer a los utilizados para favorecer a terceros. Pero, como nada se ha hecho, salvo criticar y levantar la voz en tono mitinero, debemos pagar la incapacidad manifiesta de quienes nos gobiernan. Entre unos y otros, entre intereses encontrados y luchas intestinas en los partidos mayoritarios, los ciudadanos valencianos somos ignorados y poco valorados.

Por todo ello, por convicción profunda y única solución, sigo proclamando mi jacobinismo centralista, porque considero que la Francia napoleónica constituyó un salto adelante en la formulación de una nación única, libre, igual y solidaria, erradicando fronteras interiores y suprimiendo diferencias entre los ciudadanos de una misma nación. La libertad, la igualdad y la fraternidad, a mi modesto juicio, son incompatibles con un modelo de Estado fraccionado y a las pruebas me remito.

miércoles, 22 de julio de 2009

EL ATLAS DE LOS NOMBRES VERDADEROS


Imagina un mapa en el que los lugares se llamaran con su nombre original, el que le pusieron sus antiguos habitantes. En este atlas el río Amazonas es el "Destructor de barcos", el Sahara es el "mar de Arena" y España (hispania) es el "país de conejos". Muchos parecen sacados de la Tierra Media, como los Pirineos (Montaña del Fuego Secreto).
Desde Educahistoria.com tenemos un enlace a esta obra. Muy recomendable para conocer el origen de nuestra toponimia. Os dejo un ejemplo para que lo veaís.

martes, 21 de julio de 2009

EL HOMBRE EN LA LUNA: UN CAPÍTULO DE LA GUERRA FRÍA

Hoy quería , como homenaje, hablar de la llegada del hombre a la Luna. Este tema hay que tratarlo como un episodio fundamental, a mi modo de ver, en la conocida como "Guerra Fría", la lucha entre bloques ( occidental, capitaneado por los Estados Unidos y oriental, dirigido por la Unión Soviética). El hecho de la llegada del hombre a la Luna va a suponer un gran triunfo moral y psicológico para el bloque occidental. Supone la ventaja en esa "Guerra Fría", que nunca más podrá igualar la U.R.R.S. Los EE.UU. cobraban una ventaja a nivel tecnológico, lo que a la postre supuso el aspecto fundamental que marcó la diferencia y permitió el triunfo final del bloque capitalista sobre el comunista. Con la propaganda , gracias a la retransmisión a todo el mundo por televisión, los Norteamericanos cobraban una ventaja también moral. Ahora el mundo los miraba como el país que había logrado romper sus fronteras y, lo que es más importante, las fronteras de la humanidad y del planeta. Eran los únicos que habían puesto en el satélite terráqueo al ser humano y por tanto eran ya los legítimos representantes y vencedores de la nunca declarada " Tercera Guerra Mundial".

Aquí os dejo un vídeo sobre la carrera espacial durante la guerra fría.

lunes, 20 de julio de 2009

HISTORIA DE FILIPINAS ESPAÑOLA

Aquí os dejo este magnífico vídeo de la historia de Filipinas Española. Que lo disfrutéis. Un capítulo poco conocido de la Historia de España.

sábado, 18 de julio de 2009

ACTIVIDADES DEL TEMA: LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

EJERCICIOS SOBRE EL TEMA.


1er BLOQUE.


1.- Averigua qué fueron los sistemas birmarkianos, la Paz Armada y las guerras balcánicas

de 1912 – 1913.

2.- Resume las causas que condujeron a la Primera Guerra Mundial.

3.- Explica por qué antes de estallar la guerra todas la potencias ya se prepararon para ella.

4.- Explica las diferentes fases de la guerra y los hechos esenciales ocurridos en cada una de ellas.

5.- ¿Por qué Estados Unidos entró en la guerra? ¿Por qué Rusia la abandonó?

6.- ¿Cuáles fueron los dos frentes más importantes en la guerra?

7.- Explica por qué se dice que la Primera Guerra Mundial fue un conflicto de nuevo tipo.

8.- ¿Cómo se desarrolló la guerra en la retaguardia?


2º BLOQUE.

1.- Lee el texto y responde.

Artículo 231. Los gobiernos aliados y asociados declaran, y Alemania reconoce, que Alemania y sus aliados son responsables, por haberlos causado, de todos los daños sufridos por los gobiernos aliados y asociados y sus habitantes a consecuencia de la guerra, a la que les ha conducido la agresión de Alemania y sus aliados.

Artículo 232. Los gobiernos aliados y asociados exigen, y Alemania se compromete, que sean reparados todos los daños causados a la población civil de las potencias aliadas y asociadas y a sus bienes.

Tratado de Versalles: Parte VIII. Reparaciones, 1919

  • ¿ Qué fue el Tratado de Versalles? ¿Qué se establece en estos artículos? ¿Cómo reaccionó Alemania?

2.- Compara los mapas y haz las actividades

  • ¿Qué territorios perdió Alemania en 1919? ¿A qué Estados se incorporaron?

  • ¿Cómo quedó dividido el territorio alemán? ¿Qué era el corredor de Danzig?

3.- ¿Cuáles fueron las condiciones impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles? ¿Qué otros

cambios territoriales remodelaron el mapa de Europa?

4.- ¿Qué era la Sociedad de Naciones?


3er.BLOQUE.


1.- ¿Por qué Estados Unidos se convirtió en la primera potencia económica mundial al finalizar

la Gran Guerra?

2.- ¿Cómo definirías el “modo de vida americano”?

3.- ¿Por qué la Bolsa creció en esta época?

4.- ¿Qué evolución siguió la economía americana a partir de 1930? ¿Por qué se conoce esta etapa

como la Gran Depresión?

5.-Explica cómo se produjo la Gran Depresión y qué medidas tomó el gobierno para paliarla.

6.- ¿Qué mecanismos hicieron que la crisis bursátil americana se convirtiera en una

crisis generalizada y mundial?

7.- ¿Cuáles fueron las consecuencias de New Deal para la economía de los Estados Unidos?


4º BLOQUE.


1.-Explica el impacto de la publicidad en la sociedad.


2.- Explica en qué contexto se produjo el acceso de las mujeres a nuevos puestos de trabajo

y la concesión del voto femenino.

3.- ¿En qué ocupaciones era frecuente que las mujeres ocuparan los puestos de trabajo?.¿Cobraban el mismo sueldo que los hombres?.¿Por qué?.

4.-¿ Cuándo consiguieron acceder al voto las mujeres por primera vez?.

5.- Cita a los principales artistas españoles y explica la aportación de cada uno a las vanguardias pictóricas.


viernes, 10 de julio de 2009

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Primera Guerra Mundial es el nombre con el que comúnmente se designa al conflicto militar que tuvo lugar entre 1914 y 1918. Afectó a los cinco continentes e implicó a gran parte de la humanidad. Otras denominaciones que ha recibido son: “Gran Guerra”, “Guerra Europea” o “Guerra del 14".
Despedida de soldados Canadienses embarcados hacia Europa. Ampliar imagen
Soldados canadienses rumbo a Europa

Lo que se inició como una guerra circunscrita a las viejas potencias europeas se extendió por el resto del mundo merced a las posesiones coloniales. Además intervinieron otros países como Estados Unidos de Norteamérica, Japón, China o algunos países iberoamericanos. España permaneció al margen del conflicto.
Se inició poco después del asesinato del príncipe heredero a la Corona de Austria, el Archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, quien junto con su esposa fue víctima de un atentado terrorista en la ciudad de Sarajevo (Bosnia) el 28 de junio de 1914. Los responsables del atentado, bosnios de origen serbio, reivindicaban la anexión de Bosnia (bajo dominio austríaco) a Serbia.

Soldados neozelandeses embarcados rumbo a Europa. Ampliar imagen
Sodados neozelandeses

Austria-Hungría atribuyó a Serbia la responsabilidad del atentado y, tras un ultimatum, le declaró la guerra (28 de julio de 1914). El funcionamiento de las alianzas militares constituidas en los inicios del siglo XX por las principales potencias europeas precipitó la extensión del conflicto fuera de las fronteras balcánicas.





Causas económicas

Entre el último tercio del siglo XIX y la primera década del XX se desarrolló la Segunda Revolución Industrial. Ésta se caracterizó por una serie de cambios: nuevas fuentes de energía (petróleo y electricidad), nuevos sectores de la producción (químico, siderúrgico y alimentario), nuevas formas de organización del trabajo (taylorismo), la concentración de capitales en torno a grandes agrupaciones de tendencia monopolística (cartel, trust) y una creciente globalización de la economía.

Surgieron nuevas potencias industriales (USA y Japón) que se unieron a las ya existentes (G. Bretaña, Alemania, Francia). Alemania ganó terreno económico a Gran Bretaña por el carácter más competitivo y moderno de su industria y se erigió en la líder indiscutible de determinados sectores productivos, como el siderúrgico y el químico. Texto. Quejas del cónsul inglés en Aleppo sobre la irrupción de productos alemanes
Al mismo tiempo intentó por todos los medios arrebatar a Inglaterra sus tradicionales mercados, tanto europeos (Bélgica, Holanda, Rusia) como coloniales, y se convirtió en un serio rival comercial. Londres y París lograron mantener, no obstante, la supremacía en la exportación de capitales


Las disputas imperialistas
Durante el siglo XIX Gran Bretaña y Francia se habían repartido gran parte del mundo.
Imperios coloniales. Fuente: www.indexnet.santillana.es
Los imperios coloniales

Al comenzar la siguiente centuria el peso económico de Alemania superaba al de ambas. Sin embargo, ese poder no se correspondía con la escasa entidad de sus posesiones ultramarinas (algunas áreas en el suroeste y oriente africanos, Togo y Camerún, así como algunos archipiélagos en el Pacífico).
Alemania demandaba un nueva nueva realidad colonial algo que trataban de impedir Gran Bretaña y Francia.

Ese escenario fue testigo de tensiones internacionales, hecho acrecentado por el nacimiento de nuevas potencias como Japón o Estados Unidos, cada una de ellas con sus propios planes imperiales.

Dos episodios constituyeron la antesala de la Gran Guerra. Tuvieron lugar entre 1904 y 1911 en Marruecos, área bajo las aspiraciones coloniales francesas que Alemania utilizó para conseguir sus propios beneficios coloniales. Se conocieron como “Crisis marroquíes”.

Las crisis marroquíes

La primera crisis marroquí (1904-1906)

Estalló por la pretensión francesa de crear un protectorado en Marruecos a lo que se opusieron Alemania y España, que también tenían intereses en la zona.

Alemania vió la oportunidad de frenar la expansión colonial francesa y obtener para sí ganancias territoriales. Por su parte Inglaterra transigió con las aspiraciones de Francia a cambio de la renuncia de ésta a intervenir en Egipto, en tanto que España obtuvo el visto bueno francés para actuar en una pequeña parte del territorio marroquí. Pero Alemania se erigió en garante de la independencia de los gobiernos locales frente a las pretensiones imperialistas francesas, originando fuertes desavenencias.
En marzo de 1905 el emperador Guillermo II visitó la ciudad marroquí de Tánger. El hecho elevó hasta su cénit la tensión entre germanos y franceses, que a punto estuvieron de enzarzarse en una guerra.

Visita del kaiser Guillermo II de Alemania a Tánger. 1905. Ampliar imagen
Visita de Guillermo II a Tánger

En 1906 se celebró la Conferencia de Algeciras. En ella participaron numerosas potencias y se logró aliviar transitoriamente el riesgo de conflicto. Se admitió la formal independencia de Marruecos bajo la soberanía del sultán Muley Hafiz, pero en realidad el territorio se mantuvo bajo la tutela francesa. En correspondencia se permitíó el libre comercio a todas las potencias. España consiguió mantener sus aspiraciones sobre norte de la cordillera del Rif y organizó formalmente el área como protectorado en 1912; Francia lo había hecho poco antes con sus territorios.

La primera crisis marroquí desató las alarmas ante un posible conflicto internacional ya que en 1904 Francia y Reino Unido habían suscrito un pacto, la “Entente Cordiale”, ampliado en 1907 con la incorporación de Rusia (Triple Entente). Un conflicto entre Francia y Alemania hubiese supuesto una guerra de proporciones incalculables.

La segunda crisis marroquí (1911)
Se originó tras la acusación efectuada por Alemania de que Francia había trasgredido el Acta de Algeciras.
Barco de guerra alemán Panther, enviado a Agadir en 1911. Ampliar imagen
Buque de guerra alemán Panther

El envío de un buque de guerra germano (el Panther) al puerto de Agadir como medida de presión para hacer valer sus exigencias territoriales, desencadenó una segunda crisis internacional.

Francia, apoyada por Gran Bretaña, se doblegó finalmente a las pretensiones germanas, cediendo parte del Congo a cambio de gozar de total libertad de acción en Marruecos.

La segunda crisis marroquí exacerbó los ánimos nacionalistas de franceses y alemanes y despejó el camino hacia la guerra.
El nacionalismo radical
El nacionalismo atribuye entidad y singularidad propias a un territorio y a sus ciudadanos, y sobre él se asientan aspiraciones políticas de carácter muy diverso. En ese proceso nacieron en el siglo XIX dos estados que jugarían un papel fundamental en la historia de Europa: Alemania e Italia. Al tiempo que esto acontecía, tenían lugar procesos de signo inverso que supusieron la disgregación de viejas entidades estatales en beneficio de otras nuevas. Fue el caso de la Turquía otomana, imperio que a finales del siglo XIX estaba en plena descomposición, parte de la cual se desarrollaba en el área de los Balcanes.
Rendición de Napoleón III, emperador de Francia a los prusianos tras la batalla de Sedán (1870). Ampliar imagen
Rendición de Napoleón III

La guerra franco-prusiana (1870), puso los territorios franceses de Alsacia y Lorena en manos de los alemanes. Desde entonces nacionalismo francés no cesó de alentar el desquite y el rescate de dichos territorios.
Un tercer escenario de fricción nacionalista lo formaron los imperios coloniales, cuyas disensiones alentaron fuertes tensiones internacionales que propiciaron la formación de alianzas militares y la carrera de armamentos.

La crisis de los Balcanes (1906-1914)

La desintegración del Imperio Otomano estuvo acompañada de las reivindicacines nacionalistas de los nuevos estados surgidos en el siglo XIX. El nacionalismo se mezcló con problemas de carácter étnico, religioso y cultural. Las grandes potencias intervinieron en todos ellos según sus intereses, bien de forma directa, caso de Austro-Hungría, Rusia e Italia, o indirecta, como ocurrió con Alemania, Francia y Gran Bretaña.

Una serie de crisis contribuyeron a la inestabilidad de la zona y al estallido de la Gran Guerra:

La anexión austro-húgara de Bosnia y Herzegovina (1908)

Bosnia y Herzegovina eran territorios con mayoría musulmana que habían permanecido bajo dominio turco hasta 1877. A partir de entonces pasaron a depender administrativamente de Austria-Hungría que finalmente, en 1908, los anexionó a su imperio, provocando la frustración de Serbia que aspiraba a integrarlos dentro de la Gran Serbia (futura Yugoslavia). En la capital bosnia, Sarajevo, se produjo el 28 de junio de 1914 el asesinato del heredero al trono austríaco Francisco Fernando y su esposa a manos de un estudiante bosnio perteneciente a la "Mano Negra", organización secreta nacionalista proserbia.

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La primera guerra balcánica (1912)

Esta contienda enfrentó al bloque compuesto por Serbia, Bulgaria, Grecia y Montenegro (secundados por Rusia) con Turquía y Austria. Derrotada Turquía hubo de retirarse de la zona y ceder a Bulgaria una salida al mar Egeo.

La segunda guerra balcánica (1913)

Los que fueron aliados en la primera guerra balcánica se enzarzaron en una lucha entre sí: Bulgaria atacó a Serbia, a Grecia y a Montenegro con el objetivo de anexionarse los territorios abandonados por Turquía. Ésta última, junto a Rumanía se unió a Serbia y a Grecia. Bulgaria fue derrotada y los territorios en disputa pasaron a Serbia.
A partir de entonces el objetivo de Serbia fue alcanzar el rango de gran potencia de la zona (Gran Serbia), aspiración que quedó ensombrecida por los tratados de Londres y Bucarest (1913), que reconocieron a Albania como nuevo estado en detrimento de los planes que Serbia se había fijado respecto a la anexión del territorio albanés. Austro-Hungría por su parte entorpeció en la medida de lo posible los planes de Serbia de constituirse como estado importante de la región.

También hubo fricciones entre Grecia y Albania originadas por las aspiraciones de los helenos sobre la región del Epiro (de lengua griega) que había quedado bajo soberanía albanesa.

Estas circunstancias convirtieron los Balcanes en un auténtico polvorín que estallaría meses más tarde.

El contencioso franco-alemán de Alsacia y Lorena

En 1871, por la Paz de Versalles, y tras la derrota sufrida frente a Prusia (Sedán y Metz), Francia hubo de ceder a ésta los territorios de Alsacia y Lorena, que estaban bajo su soberanía desde 1648. Desde entonces un sentimiento reivindicativo y revanchista, atizado por problemas derivados de la expansión imperialista, ensombreció las relaciones franco-alemanas.
Luis Napoleón, emperador francés, contrincante de Bismarck en la guera franco-prusiana.  Ampliar imagen
Napoleón III
Bismarck intentó aislar a Francia a través de la acción diplomática, mientras que ésta recurrió a alianzas con otros estados para contrarrestar la estrategia alemana.
Otto Von Bismarck, canciller prusiano, artífice de la unidad alemana y vencedor en la guerra franco-prusiana. Ampliar imagen
O. Von Bismarck
El nacionalismo francés se alimentó de organizaciones como la “Défense de L’Alsace-Lorraine”, que hicieron ostentación de un profundo sentimiento antigermano, de fácil justificación, por cuanto los alemanes pusieron en práctica una agresiva política de germanización lingüística y cultural en ambos territorios.

En 1918, una vez finalizada la Gran Guerra, Alsacia y Lorena volvieron a Francia para caer de nuevo en manos alemanas durante la II Guerra Mundial. Al término de ésta fueron reintegradas definitivamente a Francia.

Otros conflictos: Polonia

Polonia había sufrido históricamente diversos repartos a manos de sus poderosos vecinos. El Congreso de Viena (1815) sancionó uno más y el país quedó dividido entre Rusia, Austria y Prusia, siendo su población sometida a distintos regímenes y administraciones.
El nacionalismo polaco liderado por Józef Pilsudski, refugiado en la zona de Galitzia bajo dominio austriaco, constituyó un elemento más en la rivalidad que enfrentaba a Austria-Hungría y Rusia. La política de germanización desarrollada en la zona bajo dominio prusiano enrareció aún más el ambiente.
Józef Pilsudski (1867-1935), nacionalista revolucionario polaco partidario de la formación de un estado independiente de Polonia. Una vez conseguida tal aspiración dirigió los destinos del país hasta su muerte. Ampliar imagen
Józef Pilsudski
Al estallar la Gran Guerra los polacos, encuadrados en los ejércitos de las potencias ocupantes, lucharon entre sí. En 1917, tras la revolución bolchevique y la retirada de Rusia, ésta aceptó la autodeterminación de Polonia que se encontraba en esos momentos en casi su totalidad invadida por Alemania. Cuando ésta firmó el armisticio hubo de abandonar el territorio polaco creándose en 1919 la República de Polonia, soberana e independiente tras más de un siglo de dominación extranjera. El estallido de la II Guerra Mundial condujo a una nueva invasión del país por los alemanes que la mantuvieron en sus manos durante casi todo el conflicto.

En el preámbulo de la Gran Guerra Polonia constituía pues un elemento de fricción más entre las grandes potencias, muy especialmente entre Rusia y Austria-Hugría.

Las alianzas militares

Entre 1872 y 1890 las relaciones internacionales europeas estuvieron marcadas por la preponderancia de Alemania. Su canciller, Otto Von Bismarck, intentó mantener no obstante una política de equilibrio entre las potencias, que incluía el aislamiento de Francia.
El país galo era percibido por las potencias más conservadoras como el inspirador de las ideas revolucionarias que atentaban contra el principio de autoridad monárquica y el orden tradicional. La política bismarckiana recibió el nombre de “Realpolitik” (“Política pragmática”) y se llevó a la práctica mediante un complicado entramado de alianzas que es conocido como "Sistemas bismarckianos". Texto. Bismarck. La Realpolitik
Otto Von Bismarck. Ampliar imagen
Otto Von Bismarck
A partir de 1890, tras el retiro de Bismarck, el kaiser (emperador) Guillermo II tomó personalmente las riendas de la política exterior germana, modificando la del viejo canciller.
Guillermo II, emperador de  Alemania. Ampliar imagen
Guillermo II
Ya no se trató solamente de aislar a Francia, también se pretendió rivalizar con el Imperio Británico, apoyandose en la construcción de una potente marina de guerra. Es lo que se conoce como “Weltpolitick” (“Política mundial”). Texto. Guillermo II. La Weltpolitik (Política mundial)

Las relaciones entre las potencias se fueron haciendo cada vez más rígidas y surgieron tensiones que se acrecentaron con los problemas coloniales. La situación propició la formación de alianzas o pactos de carácter político-militar cuyo fin fue proteger a los estados integrantes en una eventual contienda bélica. Texto. Jean Jaurés. Antibelicismo

Las dos principales fueron:

La Triple Alianza

Predicación de la guerra santa en Turquía. Ampliar imagen
Predicación de la Guerra Santa en Turquía
Se formó en 1882 promovida por el canciller alemán Bismarck. Estuvo constituida por Alemania, Austria-Hungría e Italia. Sin embargo esta última no cumplió sus compromisos cuando estalló la guerra y en principio se mantuvo neutral hasta intervenir más tarde como miembro del bando contrario. Texto. Jean Jaurés. Antibelicismo
A lo largo del conflicto nuevas potencias se adhirieron a este bloque: Turquía (octubre de 1914) y Bulgaria (octubre de 1915).



La Triple Entente

Se creó en 1907 y sus integrantes fueron Francia, Gran Bretaña y Rusia, a las que se añadió más tarde Serbia. Se conoce también con el nombre de los “aliados”. Los precedentes de esta liga hay que buscarlos en la “Entente Cordiale” de Francia y Reino Unido, instituida en 1904. Texto. La Entente Cordiale
Dibujo alusivo al décimo aniversario de la Entente Cordiale entre Francia y Gran Bretaña. Ampliar imagen
Durante el conflicto se incorporaron Bélgica (atacada por Alemania); Japón (agosto de 1914) aspirante a arrebatar a Alemania sus colonias del Pacífico y sustituir su papel de potencia imperialista en China; Italia (mayo de 1915); Rumanía (junio de 1916), Portugal (marzo de 1916); Estados Unidos (abril de 1917); Grecia (junio de 1917); también fue el caso de China y varios estados latinoamericanos.
Soldados griegos. Ampliar imagen
Sodados griegos
Soldados serbios. Ampliar imagen
Soldados serbios
El potencial de los dos bandos

Geográficamente las potencias centrales contaban con la ventaja de conformar una unidad compacta, pero esa situación llevaba aunado el inconveniente de un posible asedio por parte de sus oponentes, cuyos territorios se hallaban dispersos.

Demográficamente los 117 millones de habitantes con que contaba la Triple Alianza eran claramente inferiores a los 255 de la Entente.

* Población en 1914
IMPERIOS CENTRALES
ALIADOS
Alemania
65
Francia
39
Austro-Hungría
52
Gran Bretaña
45
-
-
Rusia
171
Total (millones)
117
Total (millones)
255

Económica y técnicamente Alemania disponía de la industria más moderna del mundo. Sin embargo, los aliados poseían inmensos territorios coloniales capaces de aportar inagotables cantidades de materias primas y combatientes.
Soldados alemanes. Banda de música. Ampliar imagen
Soldados alemanes

Soldados austríacos durante un descanso. Ampliar imagen
Soldados austríacos
Militarmente Alemania suplía su inferioridad en los mares con un ejército perfectamente entrenado y equipado. Sin embargo los aliados contaban con más recursos humanos y una clara superioridad naval.
Para Alemania, núcleo de los imperios centrales, era esencial obtener una rápida victoria si deseaba ganar la guerra, de lo contrario la superioridad material y humana de los aliados acabaría a la larga por imponerse.
La entrada en guerra de los Estados Unidos de América rompió el aparente equilibrio en que se desarrolló el conflicto hasta 1917 e inclinó la balanza del lado de la Entente.
Soldado norteamericano protegido con máscara antigás, al igual que su caballo. Ampliar imagen
Soldado norteamericano

Entrada en acción de las alianzas

La carrera de armamentos
El agudizamiento de las tensiones internacionales derivadas de las rivalidades económicas y coloniales así como del el auge del nacionalismo intransigente condujeron a una escalada en la producción de armamentos.
Fábrica de cañones  Krupp (Alemania). Ampliar imagen
Fabrica de cañones alemanes

Los estados incrementaron sus gastos militares e incorporaron a sus ingenios las novedades tecnológicas de la Segunda Revolución Industrial.
Europa se deslizaba por la senda de la guerra. Este período de tensiones internacionales ha recibido el nombre de "Paz Armada": "paz", porque todavía no ha estallado el conflicto, "armada" porque se prepara para él.

Los gobiernos consideraban que la guerra era inevitable y trataron de protegerse mediante alianzas, causando de esa forma los recelos y el reforzamiento militar de sus oponentes.

El Reino Unido incrementó sus gastos militares: los 44 millones de libras que invertía en 1899 se convirtieron en 77 millones en vísperas de la guerra.

Alemania, deseosa de construir una potente flota que pudiese competir con la británica, dio el salto de 90 millones anuales de marcos en 1899 a 400 millones entre 1910 y 1914. Francia y las restantes potencias incrementaron igualmente el potencial de sus respectivos ejércitos.
Fábrica de aviones británica.  Ampliar imagen
Factoría de aviones británica
"Defenderemos la preciosa joya de la libertad". Cartel canadiense. Ampliar imagen
Cartel canadiense
La carrera de armamentos fue fruto de esas tensiones, pero al tiempo contribuyó a agravarlas. Los gobiernos, valiéndose del uso de la propaganda, alentaron el nacionalismo y el miedo a fin de hacer sentir a la opinión pública que su país se encontraba en peligro frente a la hostilidad enemiga. Texto. El uso de la propaganda como aliento al nacionalismo
Poco pudieron hacer las fuerzas partidarias de la paz llamando a la sensatez y reclamando un sistema de arbitraje internacional que atenuara la tensión. En la Haya se celebraron en 1899 y 1907 dos conferencias con el objetivo de frenar la carrera armamentística.
Sede del Tribunal Internacional de la Haya. Ampliar imagen
Sede del Tribunal de la Haya
Ambas terminaron en fracaso y simplemente consiguieron resultados parciales, como la creación del Tribunal Intenacional de Arbitraje de la Haya y algunos acuerdos concretos sobre el trato a los prisioneros de guerra, que constituyeron el precedente de las convenciones sobre el reconocimiento de los derechos humanos.
Jean Jaurés. Pacifista de izquierdas francés.  Fue asesinado el 31 de junio de 1914 en París, 3 días antes de la ruptura de hostilidades, por un miembro de la Liga de los Jóvenes amigos de Alsacia y Lorena. Ampliar imagen
J. Jaurés
La izquierda europea en general y la Segunda Internacional en particular se significaron por su oposición a la política belicista. Se alzaron voces como la de Jean Jaurés o se elaboraron manifiestos como el de Zimmerwald (1915) invocando contra la guerra y abogando por el entendimiento. Texto. Jean Jaurés. Antibelicismo Texto. Manifiesto de Zimmerwald. Fragmento
No obstante, hubo sectores, que encuadrados en el seno del revisionismo, alentaron la colaboración de los partidos de izquierda con la burguesía, lo que en cierta medida frenó las posturas más comprometidas con el pacifismo. Antepusieron su sentimiento nacionalista a las invocaciones a la paz mundial.
Incluso, en seno del socialismo más radical, hubo quienes vieron en la guerra un mal útil, pues contribuiría a acelerar las contradicciones del capitalismo y posibilitaría la vía directa y rápida hacia la revolución.
Sea como fuere, las tesis nacionalistas alentadas por sectores militaristas se impusieron a las tesis pacifistas que fracasaron en sus esfuerzos por evitar el conflicto o ponerle fin, una vez comenzado